Baires.


Nada más triste
que la oscuridad de la mirada,
nada más solitario
que el gentío haciendo eco.

Rejas.

Ciudad deforme y nebulosa.

A puerta cerrada se tejen secretos.

Nadie más mira,
nadie más dice.

Escucho en el tumulto
pasos octavianos,
que resuenan en otros pasos
que no son los míos.

Alguien como yo anda por ahí
robándole espacio al tiempo.

Comentarios

  1. Muy intenso... Será que la soledad te encuentra seguido? que nadas buscando a alguien o algo y no sabes qué es?? muy buen texto
    saludos!

    ResponderEliminar
  2. gracias Darío...
    es un poco contradictorio, pero la soledad me está acompañando bastante ultimamente... una soledad de costumbre y más que una soledad una ausencia.
    Bienvenidos sus comentarios!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Aproximaciones a “Condensación” de Leonardo Vercelli. * (Romina Tovar)

Eclissi...

abiana