Partida...


Ojos de Atuel, Valle Grande,
justo donde el río se hace onda,
en el borde de los sueños
donde el sol guarda reposo
acostado haciendo eco.
Boca de montaña, ladera de cerro,
con voz de silbido y ronco Zonda,
me queman tus labios de nieve y precipicios,
me arde tu lengua de fuego, calor y arrullo.
Tendrá el río que aquietarme tus dedos,
cartógrafos en mi llanura,
ninguna lluvia hará surco en mi canto
como tu piel morena de orilla y luna.
Quise ser el sabor de tu árido camino,
de tu errante paso misionero,
pero los ojos del Atuel ya no son míos,
aunque se lleven mis ojos prisioneros.
Mientras, iré congelando mi ternura,
y le pondré un bozal a mis suspiros,
habré de ahogarme el corazón en el fondo del río,
para que nunca escuches lo que siento.
Ojos de Atuel y sol y colina,
te vas con paso arduo sin adiós,
me guardo tus pestañas de vino y oliva,
para embriagarme la voz entre tu voz.


 Godoy Cruz. Mendoza. Argentina.


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