Soy...

No puedo enterrarme
con todo lo que late en mí,
para complacer
los abismos
de tantos otros...
soy
esa cosa chiquita con boca de sueños
y un puñado de crayones
para mamarrachear al mundo.
Soy y voy
pintándole muecas a los espejos,
rompiendo los cristales
que me amenazan la incoherencia.
Soy lo que le molesta al viento
cuando se desquicia.
No mido más
que la distancia de tus ojos
sobre mí.
Soy redonda y acurrucada,
con la nariz pegada a las hojas
cuando te escribo...
-un racimo de pupilas violetas
desangrándose por dentro.-
Y ahí voy otra vez,
inquieta y desprolija,
a hacerle garabatos a tus ganas.
Comentarios
Publicar un comentario