Acorpos.
Un infinito de estrellas
llorando
y tu cuerpo en mi cuerpo
aplastando mi cuerpo,
contra la nada.
(una vieja herida arraigada)
Tu cuerpo...
y toda mi piel escamándose,
desde que tus ojos no me tocan
desde que no me respiran tus ganas,
me vas consumiendo
mi tiempo, mi razón y mi espacio:
todo tu cuerpo impregnado en mi cuerpo
hasta el hartazgo.
Y ahora tu cuerpo,
en otro cuerpo,
ahora,
dejándome al descubierto,
roída y amontonada.
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