De los veintinueve cantares del viento.
En blanca lluvia
de ojos y bocas,amapolas que vuelan,
pesadas,
digo,
no lirios,
amapolas,
digo amapolas
en caminos arrebolados
y compadritos,
con crispadas manos
de fabricantes,
digo amapolas,
no digo más nada,
amapolas.
Tu voz de plateado yunque
y esmaltado olivo,
tu voz
alada,
golondrina,
creciente,
en miles de nombres
donde encallaste tu nombre
y te lloran los sabandijos,
los luciérnagos, los tuyos.
Digo amapolas
y así quiero que sea,
en blanco enrojado sendero,
azul de luz,
tan tibio.
Te lloran los quedantes,
los pebetos,
lagartijos, muchachos, orugas,
en blanca lluvia de ojos y bocas
que repiten asonantes
tus latidos,
te extrañan los pelandrufos,
compinches, atorrantes,
tus quereres...
amapolas,
amapolas digo
y dos monedas para el barquero,
mientras el viento canta
y te lleva,
te lleva.
(A Patricio Videla 2/10/79 - 26/06/09)
Hermoso amiga! Recién empiezo y no voy a abandonar mi presencia aca.
ResponderEliminarGracias Ale!!
ResponderEliminares muy importante q me digas eso y sobre todo en este poema, fue algo re difícil de escribir... cómo hacerle un homenaje a todos los cariños que se quedan, de alguien querido que se va?? y sin caer en cursilerías y solemnidades sermoneras y bla bla bla..
acá salió esto, q no sé bien en q entra pero bueno, es, y es para el Gordo Pato que se fue y para mi hermanito y sus amigos que se quedan acá, queriendo que no se haya ido.